En los últimos años ha surgido una tendencia que está transformando el acceso a la ciencia: la biología DIY (Do It Yourself). Se trata de un movimiento global en el que personas comunes —con o sin formación científica— llevan a cabo experimentos de biología en casa, en talleres comunitarios o en espacios compartidos llamados biohacks o laboratorios abiertos.
La revolución tecnológica ha transformado nuestra forma de vivir, comunicarnos y relacionarnos con el mundo. Sin embargo, cada avance trae consigo una serie de preguntas morales que no siempre tienen respuestas simples. La tecnoética surge como una rama del pensamiento filosófico que busca analizar el impacto ético de la tecnología en la sociedad.
La ciencia ya no es un ámbito exclusivo de laboratorios, batas blancas y grandes universidades. Con el auge de la tecnología y la conectividad, los ciudadanos comunes se han convertido en actores clave del avance científico. Este fenómeno se conoce como ciencia ciudadana, y está cambiando la forma en que producimos conocimiento.